Allá por los Altos Mirandinos, en San Pedro, hace casi 40 años, una antigua caballeriza rodeada de tierras fue el lugar donde los Rodrígues comenzaron su historia. Allí, con sus ancestros lusitanos a cuestas, los Rodrígues, ya no sólo son 2, Joao y Maria; son 24. Ya no es una caballeriza, es el hogar de todos; de sus hijos, de sus nietos, nueras, yernos, sobrinos y parientes políticos. Ya no son sólo tierras, son sembradíos donde el trabajo diario de los hombres de la familia, se tradujo en abundancia y donde la escarcha del riego empapa todas las tardes. Es el lugar donde todo ocurre; la jornada diaria de trabajo, la tertulia familiar y el patio de juego de los nietos. Es donde la humildad y el espacio no son excusas. Todos tienen cabida.
Por esos días, una imagen que parecía evocar la muerte, recorría las siembras, y no dejaba de sorprender. ¿Quién pensaría que sería casi un presagio?.
Una pérdida familiar se aproximaba, allí mismo, y de la peor forma posible.
© Andrea Gómez #AlumniRMTF
Resultado del taller Documentalismo Puertas Adentro con Ernesto Costante #StaffRMTF
