‘ La serie busca el interés por el individuo y el colectivo, el reconocimiento de las personas y su identidad como macuteños, como miembros de una comunidad. Una serie de retratos frontales, utilizando como sinfín cielo y mar. Las personas retratadas, algunos como locales otros como visitantes, son colocados sobre un pedestal de piedra a manera de estatuas, evocando deidades, apostando en la fe por nosotros mismos como pueblo. Toda la serie es realizada entre los años 2009 y 2010 en Camurí Chico, balneario de Macuto en el Estado Vargas que antes del deslave del año 1999 era la zona más visitada de este estado. El empeño de los macuteños ha regresado esta playa a la vida, y visitarla nos recuerda como para buscar en que creer vale solo con mirarnos entre nosotros.’
Silvia Castro