A Francisco del Ventura le gusta tomarse su tiempo. Aconseja que la mejor manera de disfrutar la vida es reconocer que hay un momento para todo: para comer, para trabajar, para divertirse. A veces reflexiona sobre este tipo de cuestiones. Después de todo, su oficio es la relojería.Trabaja seis horas al día en su local de 4 x 2 metros en una esquina oscura del Centro Comercial de Chacao. Al mediodía, lo cierra hasta las tres para almorzar con tranquilidad junto con su compañera de trabajo: su esposa -desde hace 36 años- Eumea.